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Sociolingüística internacional


Análisis del término 'pariente' como forma de tratamiento en la comunidad sikuani de Puerto Gaitán (Colombia), por John Alexander Roberto Rodríguez


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Uno de los rasgos principales de la sociedad sikuani es su sentido de la unidad familiar. Desde temprana edad, al niño se le inculca una forma peculiar de relación con sus parientes, relación que excede el modelo del blanco y que lo impulsa a establecer un vínculo fraternal sólido con aquellos. Dicha relación se basa en el concepto de familia extendida, ‘penajipanabiwi’, también participan de la idea de familia nuclear, ‘nacaemonae’, pero no comparten el individualismo. El sentido de grupo esta muy asociado al idioma, así, una persona, familiar lejano o incluso un no familiar, puede ser parte de la familia si habla la misma lengua, caso contrario es aceptada bajo otros parámetros. Esta manera de percibir el universo social tal vez ha facilitado la adopción de un término como el de ‘pariente’, intermedio entre ‘familiar’ y ‘amigo’.

No olvidemos que la voz ‘pariente’, en latín parentem, carecía en un comienzo del rasgo de consanguinidad del que goza ahora. Así, propinquus significaba ‘vecino’, ‘cercano’, ‘allegado’ o ‘semejante’, a más de la estructura tradicional a la cual era necesario incrustar, de manera aclaratoria, la fórmula de parentesco: consanguinitate propinquus. El Breve diccionario de la lengua castellana de Guido Gómez (1988: 518-519) en su entrada ‘pariente’ remite a ‘parir’ (del latín parere ‘parir’, ‘dar a luz’, ‘obtener’) y ‘parar’ (del latín parare de per- ‘otorgar’, ‘obtener’ de la misma familia: amparar) con lo cual queda etimológicamente corroborado el doble sentido del término ‘pariente’: i) de la misma familia en algún grado de consanguinidad y ii) amigo o semejante.

Esta última acepción, coincidente con la idea de familia extendida de los sikuani y de su sentir idiomático (mismo idioma = semejante = pariente), implica que el vocablo, adoptado del blanco, conserva un rasgo relevante que tiene mucho que ver con el grado de semejanza entre individuos.

Inclusive la palabra ‘familiar’ aparece en el Diccionario de construcción y régimen incluyendo voces diferentes a las características de consanguinidad: "3. sust. m. a) Pariente próximo o amigo de alguien... b) Criado, sirviente... e) Cofrade, el que toma la insignia o hábito de una comunidad religiosa... Per. antecl. Siglo XV: X ‘Familiar cosa: familiaris, -e, Domesticus.’ Nebr. Vocab. X ‘Familia... y familiares a los de la mesma familia: Después también los seruentes se començaron llamar deste nombre familiares... Etim. Fr. familier, it. familiare, port. familiar. Del lat. familiaris, ‘familiar, amigo, sirviente’." (Tomo IV: 71-74).

Allí mismo, se reseña otra orientación del término ‘familiar’ que, a juicio propio, consideramos es la base de la selección y empleo actual de ‘pariente’ entre los sikuani: "d) Referido al genio que acompaña y dirige a la manera del demonio mitológico... c) Espíritu, demonio, ser sobrenatural que se suponía acompañaba a una persona para inspirarla y dirigirla y que se llevaba en un anillo o en otra alhaja doméstica. a ) X ‘!Sai acá, familiar que en ser diablo en cara y costumbres más pareces familiar de redoma o sortija!" (Tomo IV: 69 y 73). En el ámbito popular ‘familiar’ es una forma sutil de exhortar al demonio, sustituible por otras un tanto burlescas ‘el patas’, ‘el putas’ o ‘el pariente’ ("se lo llevó el pariente").

Si asociamos tal idea demoniaca con la de ‘semejanza’ tratada arriba, es de suponer que la imagen de este ser temible es la del macho cabrío, figura común en las culturas aborígenes y aún en las ‘civilizadas’. Desde el punto de vista físico, el ‘familiar’ o ‘pariente’ es muy semejante al hombre y al animal, hay una obvia relación entre éstos dos, de ahí la respuesta de uno de los informante al respecto: "pariente es mala palabra, suena feo, se le dice a un animal y a una persona para burlarse de ella".

Con el ánimo de corroborar estos juicios y encontrar datos nuevos, fueron efectuadas una serie de entrevistas (10 en total) empleando los mismos informantes que para el caso de las formas pronominales, a partir de aquellas formulamos un esquema general del uso de la formula ‘pariente’ entre indígenas y blancos, considerando su diatopía, diastratía y diafasía (ver Fig. 4). Según los corpus recolectados tenemos que efectivamente las formas de tratamiento obedecen a una ‘dinámica’ particular de naturaleza ‘polisémica’ tal y como lo aseguraron en su momento C. Rossfelder y G. Maxime Lizoir, es decir, que el término va adquiriendo diferentes sentidos según la situación a la cual se encuentre adscrito. Así, pues, la formula ‘pariente’ tiene varias connotaciones que dependen de los interlocutores, el momento, el estado de ánimo, el tema, etc.

Ante todo, debemos decir que ‘pariente’ es una fórmula en desuso pues, debido al proceso de aculturación, día a día va adquiriendo las connotaciones castellanas propias del colono (consanguinidad), y se aleja del sentido tradicional sikuani que buscaba reforzar el sentimiento intraétnico de ‘familia extendida’. En Puerto Gaitán aún quedan rastros de ese pasado en un asadero desolado de nombre ‘El Pariente’ y una cantina a la cual acuden muchos de los sikuani residentes en la zona y que se denomina ‘Etnotaberna’.

Figura 4. Diagrama del uso de la fórmula 'pariente' en la zona de Puerto Gaitán (Meta) establecida entre los colonos e indígenas según la diatopía, la diastría y la diafasía

diagrama del uso de la fórmula 'pariente'

 

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